domingo, 31 de enero de 2010

Por suerte no todo es acero y hormigón en Singapur


Desde nuestro hotel al aeropuerto había como una media hora y gran parte de ella parecía que estuviras en mitad de una selva. Todo verde, sólo la carretera desentonaba. Al fondo la playa, nada de edificios en primera línea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario