Gente: ¡la aventura ha empezado!
Son las 19:00 en Melbourne y por fin me puedo sentar a contaros cómo me ha ido hasta el momento.
Para empezer deciros que estoy feliz, super positiva y con muchas ganas de sacarle toooooodo el jugo a esta experiencia. Y menos mal, porque si llegara a desaprovecharla creo que más de uno me machacaría. ¡Pero tranquilos! ¡Eso no va a pasar!!!
Bueno, pues allá va la primera entrada desde tierras lejanas... Pero, ¿por dónde empezar? !
Durante estos primeros días ya he tenido la oportunidad de hablar con muchos de vosotros y ya sabéis que el viaje se me complicó más de la cuenta. Mi intención a la hora de comprar los billetes no era, para nada, ir de aquí para allá parando en las ciudades en la que tuviera que hacer escala (a excepción de Londres que fui un día antes con mi mamá para asegurarme de no perder el vuelo a Melbourne). Pues bien, ¿no dicen que cuanto más deseas una cosa más te alejas de ella? ¡Doy fe! Todo iba sobre ruedas: aviones que salían a su hora, azafat@s que amenizaban el trayecto con todo tipo de brebajes, tentempiés y comidas como Dios manda, pantallita de unas 11" para disfrutar de música, películas, radio o lo que a cada cual le apeteciera durante el trayecto; y un sinfín de comodidades y advertencias del capitán y la compañía. El vuelo estaba saliendo redondo. Hasta me tomé el lujo de pegarme una señora duchita en el aeropuerto de Dubai. Todo redondo... hasta que nos montamos en el avión en Singapur. Supuestamente se trataba de una parada técnica de 50 minutos para poner en cuarentena el avión antes de entrar en Australia. Supuestamente. ¡Al final la dichosa cuarentena se alargó casi 24 horas! Ya habíamos embarcado, estaba todo listo para despegar; pero el avión no funcionaba como debía y el capitán no dio luz verde al despegue. El pobre parece que tenía ganas de arreglarlo y llegar a Australia según lo previsto para poder disfrutar del Día de Australia (26 de enero). Quizá fue por eso que nos tuvieron dentro del avión cerca de unas cuatro horas. Nadie entendía nada, ni siquiera la tripulación. Y es que nos hicieron sudar la gota gorda porque el aire acondicionado no funcionaba. La gente empezó a desesperarse (y no era para menos) y a arremeter contra la tripulación. Angelitos ellos, que sabiendo prácticamente lo mismo que nosotros encima tenían que seguir trabajando para servirnos constantemente toallitas y agua fría. Hora tras hora la situación iba empeorando. Se iba haciendo insoportable para niños y mayores y, al final, muchos de ellos tuvieron que salir del avión para poder respirar aire fresco. No alcanzo a entender por qué nos tuvieron en el avión tanto tiempo. El caso es que tras horas de angustia nos dejaron bajar del avión para tenernos otras horitas más en el aeropuerto. Supuestamente el avión iba a salir a las 22:25, pero no fue hasta las 05:00 cuando recibimos noticias de que nos iban a trasladar a diferentes hoteles.
Sin embargo, he de decir que el trato en todo momento fue excepcional. Tanto el capitán como la tripulación nos mantuvieron informados en todo momento, nos dieron una tarjetita de tránsito con la que no teníamos que pagar ni comida ni bebida en el aeropuerto y, además, nos trajeron comida y bebida hasta la zona de espera de nuestra puerta de embarque. Por supuesto, nada que objetar del pedazo hotel al que nos llevaron (no sé cómo sería el de los 329 pasajeros restantes, pero el mío estaba genial). Allí pudimos disfrutar de una laaaaaarga ducha, de llamadas internacionales, desayuno y comida típicas, internet, TV de plasma,... ¡y una cama espectacular! Cada uno elegía si quería habitación compartida o simple. Increíble la habitación e increíble la comida. Ñam Ñam. Por desgracia a las 14:30 nos recogía un autobús para llevarnos de vuelta al aeropuerto y, ahora sí, tomar vuelo dirección Melbourne. De nuevo las 7 horas de vuelo pasaron, y nunca mejor dicho, volando.
Ahora sólo faltaba saltar el último obstáculo: salir del aeropuerto.
Media horita antes de aterrizar empiezan a pasarte información sobre Australia y sus normas a la hora de entrar ciertas cosas. También te ponen un vídeo donde te lo explican bien claro. Declare or beware (declara o atente a las consecuencias). Te pasan una tarjetita para que la rellenes con todos tus datos, tus intenciones en Australia y qué cosas quieres declarar. Es alucinante. Te hacen declarar dinero, comida, bebida, semillas, cualquier artículo de madera,... ¡y hasta tienes que decir si llevas en tu maleta cualquier cosa que pueda contener arena, tierra o estar húmeda! ¿No es alucinante? Yo declaré unos collares y me quedé sin ellos porque no está permitida la entrada de ningún tipo de semillas (shit!).
Pero eso no es todo. En el avión parece ser que iba un niño enfermo, pues bien, antes de dejarnos bajar del avión subió una patrulla de los de cuarentena para comprobar que el niño no sufría ningún tipo de enfermedad peligrosa ni contagiosa... ¿No es alucinante esto también?
Y para acabar con el sermón que os estoy echando, la última anécdota. Casi me cag...piiiiiiiiiii en toda la familia de la mujer que había en el control de pasaportes. ¿Os imagináis por qué? ¡No va y se le ocurre a la mujer (que no sé si es que sería nueva o que) decirme que mis datos no figuran en la base de datos! Primero agota todas las posibilidades señora y luego asusta al personal, ¡jué! Por suerte llamó a escena a dos compañeros suyos que parecían tener más idea y ellos sí encontraron los datos de mi visado. Había llegado por fin a la meta, ¡estaba pisando suelo australiano!
Aleeeee, a la próxima más. No vaya a ser que os agote y no volváis a entrar jajajaja
Besos desde Melbourne :-*
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Hola viajera ¡!
ResponderEliminarMe alegro que estés bien y feliz en esa aventura tan bonita que tienes por delante, seguro que sabes sacarle el jugo a toda esa aventura ;) , joer que habitación mas guapa que tienes!! La casa debe ser una flipada no!? ….
Ya le estas dando vida al blog y se intuye que será divertido ( se te da bien eso de las letras eh jijiji ), mola que cuentes como es tu aventura por esas tierras y nos enseñes esas costumbres gastronómicas, culturales …la vida diaria vamos.
Bueno, soy tu primo rafa, cuídate mucho y a disfrutar.
Bye ¡!
Tía! la pena es que no se retrasara y os dejaran un poco más en Singapur! vaya tela! a todo lujo estabas eh... aún así no me imagino lo que tuvo que ser... pfff poor little thing ;)
ResponderEliminarjajajaja ya sé que collares te quitaron... vaya putadita, con lo que te molaban! tía son un poco exageraditos eh... entre la cuarentena del avión, los panfletos del declare or beware... el niño enfermo... vaya tela! si me toca la lotería y voy... voy a ir con miedo! que lo sepas! xD
Vidilla vidilla me estáis ayudando vosotros a darle! :) prontito os amenizaré la velada con otra tanda de fotillos y cosas que ya me han llamado la atención y con fotillos de la casa para los que todavía no os hayáis metido en google earth a cotillear jajaja
ResponderEliminarGracias por leerme! :)
P.S.: Sip Süße me quitaron mi collarcico rojo :( jolines!
P.S.: Son realmente exagerados...pero nada de miedos q la lotería está llegando! xD