Lo sé lo sé, tengo el blog abandonadísimo... Esa no era ni es mi intención para nada, pero se ha juntado todo en estas últimas semanas. Planes, más planes,y trabajo y más trabajo, y escapadas de fin de semana, y salidas nocturnas y salidas diurnas, y bautizos, y barbacoas, y mis dolores de cabeza, y mi morriña,... ¿qué le vamos a hacer?! Sin embargo, aquí estoy de nuevo. Esta vez con un vídeo de la tormenta del fin de semana pasado, el del 6 de marzo. No recuerdo muy bien si dijeron que era la peor de los últimos 50 años o algo así, pero yo que la viví en primera persona os digo que acojonar, acojonaba!jajaja! Como ya conté en una de las entradas anteriores, el tiempo en Melbourne está loco de remate.
Efectivamente, el sábado 6 de marzo fue uno de esos días en los que tienes las cuatro estaciones del año. Hizo una mañana increíble: soleada, sin viento, cerca de los 30º... Visto lo visto tanto Elissa (mi madre postiza de Australia) como yo decidimos ir al centro, ella a comprar unas cosas y yo a pasearme. Entre unas cosas y otras tardaríamos unos 30-40 minutos en salir de casa, tiempo suficiente para que el tiempo empezara a cambiar, pero no el suficiente como para saber que iba a caer la de Dios. Llegamos a la city y cuando estábamos aparcando oímos un ruido de algo que había pegado al coche. "Algo ha caído del árbol", pensamos las dos. Acto seguido empezó a llover a cántaros y empezaron a caer bolas de granizo como pelotas de ping-pong. Flipante. Yo creo que nunca jamás había visto algo así, y mira que la que cayó en otoño en Alicante fue gorda... Como veis la tarde no fue para nada parecida a la espléndida mañana que hizo. Llegamos a casa después de 3 horas largas dentro del coche. Para entonces el termómetro marcaba 16º y seguía lloviendo, aunque nada en comparación a lo de unas horas antes. Eso sí, será porque nunca llueve tan a los bestia o por lo que sea, pero a esta ciudad le hacen falta más bocas de alcantarilla.
En fin, os dejo con el vídeo que he hecho y con otro que grabé estando dentro del coche. Espero que os gusten ;)
martes, 16 de marzo de 2010
sábado, 20 de febrero de 2010
Amaneciendo esta mañana
Esta mañana cuando volvía a casa me di cuenta que se empezaban a vislumbrar los primeros rayitos de sol, y decidida me fui para la zona de Williamstown desde la que se ve la city (como llaman aquí al centro de Melbourne).
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viernes, 19 de febrero de 2010
¿Demasiado yanqui?
Probablemente una de las últimas cosas que hubiera esperado sería el hecho de encontrar tantas semejanzas con los americanos o, bueno, con sus películas. Ya que aquí una servidora no ha pisado suelo estadounidense (y no es que esté en mi lista, de momento...).
La verdad es que vas por la calle y ves cosas que dices:" ¡anda, pero si esto existe de verdad!".
¿Quién no ha deseado alguna vez ir por la calle y encontrarse...

...el "carrito" de los helados??! ¡Porque yo sí! Con sus colorcillos, sus altavoces anunciando su llegada, la gente haciendo cola,... ¿Por qué los españoles tenemos al afilador y no el carrito de los helados?! Por lo menos si te despiertan con la musiquita que te quiten el cabreo con algo rico, ¿no?
Otra semejanza con los americanos son los coches y los camiones. Les van los coches grandes, los camiones monstruo y, por el contrario, no tanto nuestros reducidos habitáculos con ruedas...
He aquí un ejemplo de camión, aunque no el mejor... ¡lo siento!

Ya de paso veis como es la señal de la obras, que a diferencia de España te alerta de que tienes que estar preparado para parar, no para que reduzcas la velocidad. A nosotros para pararnos nos tienen que ponen a un tío en mitad de la carretera. Qué civilizados somos en ocasiones...
Hay otras tantas semejanzas que no he podido captar con mi cámara hasta la fecha, pero seguiré insistiendo ahora que ya tengo cámara nueva y la llevo conmigo a todas partes. ¡No más yanqui-ladas por hoy!
¡Ey! Pero que no cunda el pánico que España también les ha llegado a la patata (¿o al paladar?)

Los churros por lo visto les apasionan. Hay diferentes cadenas que anuncian "churros españoles" a bombo y platillo. Y lo pongo entre comillas porque lo que muchos hacen creer o piensan que son churros de España, en realidad no lo son tanto...
Esta cadena (la de la foto) sí que ofrece los típicos churros o por lo menos su apariencia es como la de los nuestros. Quizá un día volviendo de fiesta habría que probarlos para confirmarlo. Eso sí, sirven churros, no porras.
No puedo decir lo mismo de otra cadena que se llama "spanish doughnuts"; y con ésto no pretendo repercutir en su buena reputación en este país. No los he probado y es más que probable que estén para chuparse los dedos, pero... sólo con mirar de refilón te das cuesta que eso tiene de español lo que yo de santa, me explico, ¿verdad?. Pues eso, que los hay rellenos, rebozados, de fresa, de menta, con almendra,... Originales por ser innovativos, pero no por ser como los originales, como los españoles que se azucarean y se mojan en chocolate. Yummy yummy tummy tummy. Definitivamente un invento 100% no español.
¡Y eso es toooodo amigos! A la próxima más y mejor ;)
Vuestro diccionario particular: yummy yummy tummy tummy viene a ser una expresión que utilizan para expresar que algo está de rechupete. Yummy sería nuestro ñam y tummy es la barrigota, la pancha, la panza,...
La verdad es que vas por la calle y ves cosas que dices:" ¡anda, pero si esto existe de verdad!".
¿Quién no ha deseado alguna vez ir por la calle y encontrarse...
...el "carrito" de los helados??! ¡Porque yo sí! Con sus colorcillos, sus altavoces anunciando su llegada, la gente haciendo cola,... ¿Por qué los españoles tenemos al afilador y no el carrito de los helados?! Por lo menos si te despiertan con la musiquita que te quiten el cabreo con algo rico, ¿no?
Otra semejanza con los americanos son los coches y los camiones. Les van los coches grandes, los camiones monstruo y, por el contrario, no tanto nuestros reducidos habitáculos con ruedas...
He aquí un ejemplo de camión, aunque no el mejor... ¡lo siento!
Ya de paso veis como es la señal de la obras, que a diferencia de España te alerta de que tienes que estar preparado para parar, no para que reduzcas la velocidad. A nosotros para pararnos nos tienen que ponen a un tío en mitad de la carretera. Qué civilizados somos en ocasiones...
Hay otras tantas semejanzas que no he podido captar con mi cámara hasta la fecha, pero seguiré insistiendo ahora que ya tengo cámara nueva y la llevo conmigo a todas partes. ¡No más yanqui-ladas por hoy!
¡Ey! Pero que no cunda el pánico que España también les ha llegado a la patata (¿o al paladar?)
Los churros por lo visto les apasionan. Hay diferentes cadenas que anuncian "churros españoles" a bombo y platillo. Y lo pongo entre comillas porque lo que muchos hacen creer o piensan que son churros de España, en realidad no lo son tanto...
Esta cadena (la de la foto) sí que ofrece los típicos churros o por lo menos su apariencia es como la de los nuestros. Quizá un día volviendo de fiesta habría que probarlos para confirmarlo. Eso sí, sirven churros, no porras.
No puedo decir lo mismo de otra cadena que se llama "spanish doughnuts"; y con ésto no pretendo repercutir en su buena reputación en este país. No los he probado y es más que probable que estén para chuparse los dedos, pero... sólo con mirar de refilón te das cuesta que eso tiene de español lo que yo de santa, me explico, ¿verdad?. Pues eso, que los hay rellenos, rebozados, de fresa, de menta, con almendra,... Originales por ser innovativos, pero no por ser como los originales, como los españoles que se azucarean y se mojan en chocolate. Yummy yummy tummy tummy. Definitivamente un invento 100% no español.
¡Y eso es toooodo amigos! A la próxima más y mejor ;)
Vuestro diccionario particular: yummy yummy tummy tummy viene a ser una expresión que utilizan para expresar que algo está de rechupete. Yummy sería nuestro ñam y tummy es la barrigota, la pancha, la panza,...
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viernes, 12 de febrero de 2010
Four seasons in one day
Tópico 2: el tiempo
Ese es el título de una canción de la banda australiano-neozelandesa Crowed House que tuvo sus momentos de gloria hace ya unos años y que seguro que muchos de vosotros, o por lo menos mi hermana, la conocéis. Esta banda se formó en Melbourne, casualmente, el año en el que yo nací. Sin embargo, la casualidad no fue lo que llevo a este grupo a titular así una de sus canciones. Más bien se trata de una dulce dedicatoria a la ciudad de Melbourne y a su crazy weather.
Cuando decidí que mi futuro inmediato iba a estar en esta ciudad y os empezasteis a enterar, muchos asociabais Australia con sol y playa (como suelen pensar de España la mayoría de nuestros vecinos europeos). Por suerte o por desgracia la realidad es otra. Australia es un país muuuuuuy grande, tanto que con apenas 20 millones de habitantes ocupa casi la misma extensión que toda Europa. Hay diferencia horaria entre unas zonas y otras del país; y hay diferencias en el clima dependiendo de en qué lugar te encuentres. Por su situación geográfica el tiempo aquí es, cuanto menos, gracioso. Nunca sabes cómo va a acabar el día. Nunca sabes qué ropa ponerte o qué ropa llevarte metida en la mochila por si las moscas. No llevo más que dos semanas aquí y puedo decir que me he muerto de calor, que me he llegado a asustar creyendo que llegaba el fin del mundo, que he tenido "frío" (y hoy creo que lo voy a tener), que casi me vuelo,... Me reitero: "el tiempo aquí no está como una cabra montesa, está peor..."
Según me cuentan es tan impredecible debido a que las corrientes de aire que confluyen en esta zona son muy dispares. Normalmente si llegan vientos del norte la temperatura sube de forma brutal y, si por el contrario, llegan vientos del sur/sureste bajan. Algo que parece lógico teniendo en cuenta la proximidad a la Antártida.
Ayer mismo nos levantamos con un sol y un calor dignos de cualquier día de verano, pero para la una del mediodía la situación ya había cambiado. El cielo empezó a nublarse con la aparición de lo que parecían unas inofensivas nubles blancas. Pronto esas nubes de apariencia apetitosa dieron paso a otras ya no tan simpáticas que hacia las cuatro de la tarde acabaron por cerrar el cielo y desencadenaron la tormenta. Y como diríamos en la terreta: ¡D´achavo la tormenta! Empezó a llover a cántaros, se empezaron a ver destellos y a oírse tremendos estruendos. No sé si será por el tipo de construcción o porque realmente la tormenta estaba sobre Melbourne, pero la casa temblaba que daba miedo.
También me han comentado algo que me hizo mucha gracia y que debe llevar de cabeza a los hombres/mujeres del tiempo. Por lo visto están "obligados" a ofrecer información lo más precisa posible (vamos, como en España) y es muy común que en las predicciones veas: "de las 9 a las 11 sol", "a las 11:30 llegará viento de levante y bajará la temperatura", "pero a las 12:30 entrarán vientos del norte que volverán a subir las temperaturas". A ver quién es el chulo que se mete a meteorólogo aquí…
Nota: para todos aquellos no alicantinos o aquellos que no hayan escuchado en la vida eso de d´achavo pinchad aquí
*Vuestro traductor particular: four season in one day = cuatro estaciones en un día; crazy weather = tiempo loco
Ese es el título de una canción de la banda australiano-neozelandesa Crowed House que tuvo sus momentos de gloria hace ya unos años y que seguro que muchos de vosotros, o por lo menos mi hermana, la conocéis. Esta banda se formó en Melbourne, casualmente, el año en el que yo nací. Sin embargo, la casualidad no fue lo que llevo a este grupo a titular así una de sus canciones. Más bien se trata de una dulce dedicatoria a la ciudad de Melbourne y a su crazy weather.
Cuando decidí que mi futuro inmediato iba a estar en esta ciudad y os empezasteis a enterar, muchos asociabais Australia con sol y playa (como suelen pensar de España la mayoría de nuestros vecinos europeos). Por suerte o por desgracia la realidad es otra. Australia es un país muuuuuuy grande, tanto que con apenas 20 millones de habitantes ocupa casi la misma extensión que toda Europa. Hay diferencia horaria entre unas zonas y otras del país; y hay diferencias en el clima dependiendo de en qué lugar te encuentres. Por su situación geográfica el tiempo aquí es, cuanto menos, gracioso. Nunca sabes cómo va a acabar el día. Nunca sabes qué ropa ponerte o qué ropa llevarte metida en la mochila por si las moscas. No llevo más que dos semanas aquí y puedo decir que me he muerto de calor, que me he llegado a asustar creyendo que llegaba el fin del mundo, que he tenido "frío" (y hoy creo que lo voy a tener), que casi me vuelo,... Me reitero: "el tiempo aquí no está como una cabra montesa, está peor..."
Según me cuentan es tan impredecible debido a que las corrientes de aire que confluyen en esta zona son muy dispares. Normalmente si llegan vientos del norte la temperatura sube de forma brutal y, si por el contrario, llegan vientos del sur/sureste bajan. Algo que parece lógico teniendo en cuenta la proximidad a la Antártida.
Ayer mismo nos levantamos con un sol y un calor dignos de cualquier día de verano, pero para la una del mediodía la situación ya había cambiado. El cielo empezó a nublarse con la aparición de lo que parecían unas inofensivas nubles blancas. Pronto esas nubes de apariencia apetitosa dieron paso a otras ya no tan simpáticas que hacia las cuatro de la tarde acabaron por cerrar el cielo y desencadenaron la tormenta. Y como diríamos en la terreta: ¡D´achavo la tormenta! Empezó a llover a cántaros, se empezaron a ver destellos y a oírse tremendos estruendos. No sé si será por el tipo de construcción o porque realmente la tormenta estaba sobre Melbourne, pero la casa temblaba que daba miedo.
También me han comentado algo que me hizo mucha gracia y que debe llevar de cabeza a los hombres/mujeres del tiempo. Por lo visto están "obligados" a ofrecer información lo más precisa posible (vamos, como en España) y es muy común que en las predicciones veas: "de las 9 a las 11 sol", "a las 11:30 llegará viento de levante y bajará la temperatura", "pero a las 12:30 entrarán vientos del norte que volverán a subir las temperaturas". A ver quién es el chulo que se mete a meteorólogo aquí…
Nota: para todos aquellos no alicantinos o aquellos que no hayan escuchado en la vida eso de d´achavo pinchad aquí
*Vuestro traductor particular: four season in one day = cuatro estaciones en un día; crazy weather = tiempo loco
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sábado, 6 de febrero de 2010
CBD Melbourne
Sintiéndome como en casa
Hoy hace dos semanas que abandoné mi tierra para convertirme en koala, y lo cierto es que hasta la fecha no hay nada en especial que eche de menos de nuestra patria (y que quede claro que con nada me refiero a cosas materiales). Tengo mi propia calle en mi barrio (Perry St oh yeah! Sabían que venía y me pusieron una calle xD ), el paraíso existe en Melbourne y se llama Casa Ibérica, y la madre ha cocinado hoy lentejas!
¡Qué gran descubrimiento lo de Casa Ibérica! Es una tienda dedicada por completo a productos españoles y portugueses (y algo de Latino América). Ayer me pasé por allí por primera vez y creo que voy a ser una asidua... Volví a casa contenta y feliz con mis gulitas, mis mejilloncitos en escabeche, mis bocas de mar, mi pimentón,... y mi COLA CAOOOOOOOOO! Por desgracia sólo tenían el bote pequeño y no es ColaCao original, pero para quitarme el mono creo que me sirve...
Os dejo el link de la tienda por si os apetece echarle un vistazo: http://casaibericadeli.com.au/
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¡Plántale dos besos!
Bueno bueno, después de mi humilde homenaje a las víctimas de los incendios vamos a empezar con las primeras impresiones y las primeras sensaciones que me han transmitido esta ciudad y sus gentes.
Tópico 1: los saludos.
¿La gente no quiere imponer el inglés como lengua universal? Pues yo propongo imponer un saludo universal para todos los países. Y lógicamente os preguntareis a qué santo bien esto, ¿verdad?
Pues viene a que si ya tenía problemas en Austria y Alemania a la hora de que me presentaran a alguien, ahora ya ni te cuento... Por lo visto aquí también depende de cuánto conozcas a las persona. Si la conoces se te está permitido darle un beso y abrazarla. Si la conoces algo o es amiga de un amigo u opciones similares, entonces sólo le das un beso (a poder ser en la mejilla derecha xD). Y si no la conoces, le puedes dar la mano o simplemente decir: "hey, how you doin?" y quedarte tan pancho haciendo lo que estabas haciendo antes de que ese ser extraño te molestara en tus quehaceres.
*Vuestro traductor particular: hey, how you doin? = hola, cómo va eso?
Tópico 1: los saludos.
¿La gente no quiere imponer el inglés como lengua universal? Pues yo propongo imponer un saludo universal para todos los países. Y lógicamente os preguntareis a qué santo bien esto, ¿verdad?
Pues viene a que si ya tenía problemas en Austria y Alemania a la hora de que me presentaran a alguien, ahora ya ni te cuento... Por lo visto aquí también depende de cuánto conozcas a las persona. Si la conoces se te está permitido darle un beso y abrazarla. Si la conoces algo o es amiga de un amigo u opciones similares, entonces sólo le das un beso (a poder ser en la mejilla derecha xD). Y si no la conoces, le puedes dar la mano o simplemente decir: "hey, how you doin?" y quedarte tan pancho haciendo lo que estabas haciendo antes de que ese ser extraño te molestara en tus quehaceres.
*Vuestro traductor particular: hey, how you doin? = hola, cómo va eso?
Black Saturday

Este término hace referencia a los peores incendios sufridos en toda la historia de la nación de Australia y que tuvieron lugar hoy hace un año.
Durante las semanas previas a los incendios, una horrorosa ola de calor castigó a todo el Estado de Victoria (del cual Melbourne es la capital) con temperaturas máximas de hasta 47º. Pero lo peor estaba por llegar: el fatídico black Saturday -día 7 de febrero de 2009-, en el que las altas temperaturas y el fuerte viento cambiante arruinó las vidas de muchas de las personas que residían en la zona. Según datos oficiales, 173 personas perdieron la vida a causa de las llamas. Muchos de ellos no tuvieron oportunidad de escapar, otros lo intentaron sin fortuna quedando atrapados en el interior de sus coches y otros tantos ni siquiera pudieron ser avisados porque el viento cambió bruscamente de dirección y no dio opción a la evacuación.
La gran mayoría de los incendios se registraron en pueblos cercanos a Melbourne y varios de los suburbios de la ciudad se vieron afectados.
Para que os hagáis una idea: las dimensiones de los incendios fueron tales que las columnas de humo llegaron hasta Tasmania y Nueva Zelanda.
*Vuestro traductor particular: black Saturday = sábado negro
domingo, 31 de enero de 2010
Por suerte no todo es acero y hormigón en Singapur
¿Crisis del ladrillo???
sábado, 30 de enero de 2010
El viaje que parecia no acabar nunca....
Gente: ¡la aventura ha empezado!
Son las 19:00 en Melbourne y por fin me puedo sentar a contaros cómo me ha ido hasta el momento.
Para empezer deciros que estoy feliz, super positiva y con muchas ganas de sacarle toooooodo el jugo a esta experiencia. Y menos mal, porque si llegara a desaprovecharla creo que más de uno me machacaría. ¡Pero tranquilos! ¡Eso no va a pasar!!!
Bueno, pues allá va la primera entrada desde tierras lejanas... Pero, ¿por dónde empezar? !
Durante estos primeros días ya he tenido la oportunidad de hablar con muchos de vosotros y ya sabéis que el viaje se me complicó más de la cuenta. Mi intención a la hora de comprar los billetes no era, para nada, ir de aquí para allá parando en las ciudades en la que tuviera que hacer escala (a excepción de Londres que fui un día antes con mi mamá para asegurarme de no perder el vuelo a Melbourne). Pues bien, ¿no dicen que cuanto más deseas una cosa más te alejas de ella? ¡Doy fe! Todo iba sobre ruedas: aviones que salían a su hora, azafat@s que amenizaban el trayecto con todo tipo de brebajes, tentempiés y comidas como Dios manda, pantallita de unas 11" para disfrutar de música, películas, radio o lo que a cada cual le apeteciera durante el trayecto; y un sinfín de comodidades y advertencias del capitán y la compañía. El vuelo estaba saliendo redondo. Hasta me tomé el lujo de pegarme una señora duchita en el aeropuerto de Dubai. Todo redondo... hasta que nos montamos en el avión en Singapur. Supuestamente se trataba de una parada técnica de 50 minutos para poner en cuarentena el avión antes de entrar en Australia. Supuestamente. ¡Al final la dichosa cuarentena se alargó casi 24 horas! Ya habíamos embarcado, estaba todo listo para despegar; pero el avión no funcionaba como debía y el capitán no dio luz verde al despegue. El pobre parece que tenía ganas de arreglarlo y llegar a Australia según lo previsto para poder disfrutar del Día de Australia (26 de enero). Quizá fue por eso que nos tuvieron dentro del avión cerca de unas cuatro horas. Nadie entendía nada, ni siquiera la tripulación. Y es que nos hicieron sudar la gota gorda porque el aire acondicionado no funcionaba. La gente empezó a desesperarse (y no era para menos) y a arremeter contra la tripulación. Angelitos ellos, que sabiendo prácticamente lo mismo que nosotros encima tenían que seguir trabajando para servirnos constantemente toallitas y agua fría. Hora tras hora la situación iba empeorando. Se iba haciendo insoportable para niños y mayores y, al final, muchos de ellos tuvieron que salir del avión para poder respirar aire fresco. No alcanzo a entender por qué nos tuvieron en el avión tanto tiempo. El caso es que tras horas de angustia nos dejaron bajar del avión para tenernos otras horitas más en el aeropuerto. Supuestamente el avión iba a salir a las 22:25, pero no fue hasta las 05:00 cuando recibimos noticias de que nos iban a trasladar a diferentes hoteles.
Sin embargo, he de decir que el trato en todo momento fue excepcional. Tanto el capitán como la tripulación nos mantuvieron informados en todo momento, nos dieron una tarjetita de tránsito con la que no teníamos que pagar ni comida ni bebida en el aeropuerto y, además, nos trajeron comida y bebida hasta la zona de espera de nuestra puerta de embarque. Por supuesto, nada que objetar del pedazo hotel al que nos llevaron (no sé cómo sería el de los 329 pasajeros restantes, pero el mío estaba genial). Allí pudimos disfrutar de una laaaaaarga ducha, de llamadas internacionales, desayuno y comida típicas, internet, TV de plasma,... ¡y una cama espectacular! Cada uno elegía si quería habitación compartida o simple. Increíble la habitación e increíble la comida. Ñam Ñam. Por desgracia a las 14:30 nos recogía un autobús para llevarnos de vuelta al aeropuerto y, ahora sí, tomar vuelo dirección Melbourne. De nuevo las 7 horas de vuelo pasaron, y nunca mejor dicho, volando.
Ahora sólo faltaba saltar el último obstáculo: salir del aeropuerto.
Media horita antes de aterrizar empiezan a pasarte información sobre Australia y sus normas a la hora de entrar ciertas cosas. También te ponen un vídeo donde te lo explican bien claro. Declare or beware (declara o atente a las consecuencias). Te pasan una tarjetita para que la rellenes con todos tus datos, tus intenciones en Australia y qué cosas quieres declarar. Es alucinante. Te hacen declarar dinero, comida, bebida, semillas, cualquier artículo de madera,... ¡y hasta tienes que decir si llevas en tu maleta cualquier cosa que pueda contener arena, tierra o estar húmeda! ¿No es alucinante? Yo declaré unos collares y me quedé sin ellos porque no está permitida la entrada de ningún tipo de semillas (shit!).
Pero eso no es todo. En el avión parece ser que iba un niño enfermo, pues bien, antes de dejarnos bajar del avión subió una patrulla de los de cuarentena para comprobar que el niño no sufría ningún tipo de enfermedad peligrosa ni contagiosa... ¿No es alucinante esto también?
Y para acabar con el sermón que os estoy echando, la última anécdota. Casi me cag...piiiiiiiiiii en toda la familia de la mujer que había en el control de pasaportes. ¿Os imagináis por qué? ¡No va y se le ocurre a la mujer (que no sé si es que sería nueva o que) decirme que mis datos no figuran en la base de datos! Primero agota todas las posibilidades señora y luego asusta al personal, ¡jué! Por suerte llamó a escena a dos compañeros suyos que parecían tener más idea y ellos sí encontraron los datos de mi visado. Había llegado por fin a la meta, ¡estaba pisando suelo australiano!
Aleeeee, a la próxima más. No vaya a ser que os agote y no volváis a entrar jajajaja
Besos desde Melbourne :-*
Son las 19:00 en Melbourne y por fin me puedo sentar a contaros cómo me ha ido hasta el momento.
Para empezer deciros que estoy feliz, super positiva y con muchas ganas de sacarle toooooodo el jugo a esta experiencia. Y menos mal, porque si llegara a desaprovecharla creo que más de uno me machacaría. ¡Pero tranquilos! ¡Eso no va a pasar!!!
Bueno, pues allá va la primera entrada desde tierras lejanas... Pero, ¿por dónde empezar? !
Durante estos primeros días ya he tenido la oportunidad de hablar con muchos de vosotros y ya sabéis que el viaje se me complicó más de la cuenta. Mi intención a la hora de comprar los billetes no era, para nada, ir de aquí para allá parando en las ciudades en la que tuviera que hacer escala (a excepción de Londres que fui un día antes con mi mamá para asegurarme de no perder el vuelo a Melbourne). Pues bien, ¿no dicen que cuanto más deseas una cosa más te alejas de ella? ¡Doy fe! Todo iba sobre ruedas: aviones que salían a su hora, azafat@s que amenizaban el trayecto con todo tipo de brebajes, tentempiés y comidas como Dios manda, pantallita de unas 11" para disfrutar de música, películas, radio o lo que a cada cual le apeteciera durante el trayecto; y un sinfín de comodidades y advertencias del capitán y la compañía. El vuelo estaba saliendo redondo. Hasta me tomé el lujo de pegarme una señora duchita en el aeropuerto de Dubai. Todo redondo... hasta que nos montamos en el avión en Singapur. Supuestamente se trataba de una parada técnica de 50 minutos para poner en cuarentena el avión antes de entrar en Australia. Supuestamente. ¡Al final la dichosa cuarentena se alargó casi 24 horas! Ya habíamos embarcado, estaba todo listo para despegar; pero el avión no funcionaba como debía y el capitán no dio luz verde al despegue. El pobre parece que tenía ganas de arreglarlo y llegar a Australia según lo previsto para poder disfrutar del Día de Australia (26 de enero). Quizá fue por eso que nos tuvieron dentro del avión cerca de unas cuatro horas. Nadie entendía nada, ni siquiera la tripulación. Y es que nos hicieron sudar la gota gorda porque el aire acondicionado no funcionaba. La gente empezó a desesperarse (y no era para menos) y a arremeter contra la tripulación. Angelitos ellos, que sabiendo prácticamente lo mismo que nosotros encima tenían que seguir trabajando para servirnos constantemente toallitas y agua fría. Hora tras hora la situación iba empeorando. Se iba haciendo insoportable para niños y mayores y, al final, muchos de ellos tuvieron que salir del avión para poder respirar aire fresco. No alcanzo a entender por qué nos tuvieron en el avión tanto tiempo. El caso es que tras horas de angustia nos dejaron bajar del avión para tenernos otras horitas más en el aeropuerto. Supuestamente el avión iba a salir a las 22:25, pero no fue hasta las 05:00 cuando recibimos noticias de que nos iban a trasladar a diferentes hoteles.
Sin embargo, he de decir que el trato en todo momento fue excepcional. Tanto el capitán como la tripulación nos mantuvieron informados en todo momento, nos dieron una tarjetita de tránsito con la que no teníamos que pagar ni comida ni bebida en el aeropuerto y, además, nos trajeron comida y bebida hasta la zona de espera de nuestra puerta de embarque. Por supuesto, nada que objetar del pedazo hotel al que nos llevaron (no sé cómo sería el de los 329 pasajeros restantes, pero el mío estaba genial). Allí pudimos disfrutar de una laaaaaarga ducha, de llamadas internacionales, desayuno y comida típicas, internet, TV de plasma,... ¡y una cama espectacular! Cada uno elegía si quería habitación compartida o simple. Increíble la habitación e increíble la comida. Ñam Ñam. Por desgracia a las 14:30 nos recogía un autobús para llevarnos de vuelta al aeropuerto y, ahora sí, tomar vuelo dirección Melbourne. De nuevo las 7 horas de vuelo pasaron, y nunca mejor dicho, volando.
Ahora sólo faltaba saltar el último obstáculo: salir del aeropuerto.
Media horita antes de aterrizar empiezan a pasarte información sobre Australia y sus normas a la hora de entrar ciertas cosas. También te ponen un vídeo donde te lo explican bien claro. Declare or beware (declara o atente a las consecuencias). Te pasan una tarjetita para que la rellenes con todos tus datos, tus intenciones en Australia y qué cosas quieres declarar. Es alucinante. Te hacen declarar dinero, comida, bebida, semillas, cualquier artículo de madera,... ¡y hasta tienes que decir si llevas en tu maleta cualquier cosa que pueda contener arena, tierra o estar húmeda! ¿No es alucinante? Yo declaré unos collares y me quedé sin ellos porque no está permitida la entrada de ningún tipo de semillas (shit!).
Pero eso no es todo. En el avión parece ser que iba un niño enfermo, pues bien, antes de dejarnos bajar del avión subió una patrulla de los de cuarentena para comprobar que el niño no sufría ningún tipo de enfermedad peligrosa ni contagiosa... ¿No es alucinante esto también?
Y para acabar con el sermón que os estoy echando, la última anécdota. Casi me cag...piiiiiiiiiii en toda la familia de la mujer que había en el control de pasaportes. ¿Os imagináis por qué? ¡No va y se le ocurre a la mujer (que no sé si es que sería nueva o que) decirme que mis datos no figuran en la base de datos! Primero agota todas las posibilidades señora y luego asusta al personal, ¡jué! Por suerte llamó a escena a dos compañeros suyos que parecían tener más idea y ellos sí encontraron los datos de mi visado. Había llegado por fin a la meta, ¡estaba pisando suelo australiano!
Aleeeee, a la próxima más. No vaya a ser que os agote y no volváis a entrar jajajaja
Besos desde Melbourne :-*
jueves, 21 de enero de 2010
Con el tiempo entre los dientes...
¡Hola a todos y bienvenidos!!!
Chic@s: ¡mi aventura está a cero coma de empezar! Pero no me podía marchar sin escribir mi primera entrada estando todavía en tierras españolas. No sé cómo, pero he encontrado un huequito entre prisas, despedidas y nervios; y es que la verdad estos últimos días no se acaban de disfrutar al 100% (menuda caca de la vaca xD).
A muchos de vosotros ya os había comentado mi idea de crear un blog. Me parece una forma genial de manteneros informados y haceros partícipes, en cierta manera, de mis días en lo que realmente son las antípodas de España. Poco a poco iremos viendo qué forma va tomando ésto porque obviamente no os prometo entradas diarias con parrafadas soporíferas... Pero sí os prometo escribir siempre que tenga tiempo, algo interesante que contaros o algo que simplemente me haya llamado la atención.
Además, y a petición de muchos de vosotros, os iré presentando canguritos, koalas y demás especies autóctonas (aquí también incluyo a todo tipo de personajillos jijiji).
En fin, que espero que lo disfrutéis :)
Miles de besos!
Chic@s: ¡mi aventura está a cero coma de empezar! Pero no me podía marchar sin escribir mi primera entrada estando todavía en tierras españolas. No sé cómo, pero he encontrado un huequito entre prisas, despedidas y nervios; y es que la verdad estos últimos días no se acaban de disfrutar al 100% (menuda caca de la vaca xD).
A muchos de vosotros ya os había comentado mi idea de crear un blog. Me parece una forma genial de manteneros informados y haceros partícipes, en cierta manera, de mis días en lo que realmente son las antípodas de España. Poco a poco iremos viendo qué forma va tomando ésto porque obviamente no os prometo entradas diarias con parrafadas soporíferas... Pero sí os prometo escribir siempre que tenga tiempo, algo interesante que contaros o algo que simplemente me haya llamado la atención.
Además, y a petición de muchos de vosotros, os iré presentando canguritos, koalas y demás especies autóctonas (aquí también incluyo a todo tipo de personajillos jijiji).
En fin, que espero que lo disfrutéis :)
Miles de besos!
lunes, 18 de enero de 2010
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